Sistema Ki: Innovación para una producción frutícola y ganadera en equilibrio
El Sistema Ki representa una solución innovadora para integrar de forma eficiente y sostenible la ganadería en predios con cultivos frutales.
Su enfoque combina el manejo animal con la protección de los árboles, favoreciendo la productividad sin comprometer el bienestar animal ni la salud de los cultivos.
Bozales Ki: protección inteligente y bienestar animal
Diseñados con precisión tras más de un año y medio de pruebas en terreno, los bozales Ki han demostrado ser una herramienta eficaz para reducir el daño que puede causar el ganado en las plantaciones frutales.
Su estructura, junto con un arnés ergonómico, impide que los animales ramoneen o afecten los árboles cuando mantienen la cabeza en alto. Aun así, permite que se alimenten normalmente del pasto al agachar la cabeza.
Esta característica convierte a los bozales en una alternativa ideal para mantener el equilibrio entre producción agrícola y manejo ganadero, sin necesidad de separar ambos sistemas.
Adaptabilidad y versatilidad
Cada bozal ha sido diseñado para ajustarse adecuadamente a diferentes razas y categorías de animales, asegurando comodidad y funcionalidad. Esto permite su implementación tanto en sistemas de producción tradicionales como en cultivos orgánicos, ampliando las posibilidades de manejo mixto en el campo.
Una solución sustentable
El Sistema Ki ofrece una respuesta concreta a los desafíos de quienes buscan prácticas agropecuarias más sostenibles. Al permitir el pastoreo controlado sin dañar los árboles frutales, se aprovechan mejor los recursos del terreno, se reducen costos en manejo y se favorece un modelo productivo más armónico con el entorno.
Beneficios de Bozales Ki
El Sistema Ki no solo resuelve un desafío técnico en la producción frutícola con animales, sino que ofrece una solución integral con beneficios concretos para productores, animales, cultivos y el medio ambiente.
Menor uso de químicos, mayor ahorro
Reduce significativamente la necesidad de herbicidas y fertilizantes, disminuyendo costos y mejorando la sustentabilidad del cultivo.
Manejo natural de las pasturas
Controla las malezas de forma ecológica mediante el pastoreo dirigido, eliminando la necesidad de intervenciones químicas o mecánicas intensivas.
Reducción de costos operativos
Al disminuir el uso de maquinaria, mano de obra y combustibles, se optimizan los recursos del campo y se mejora la rentabilidad.
Diversificación productiva
Permite integrar la ganadería a la producción frutícola, incorporando una nueva unidad de negocio dentro del mismo terreno.
Valorización comercial
Facilita la producción de alimentos más ecológicos, altamente valorados en mercados exigentes y orientados al consumo responsable.
El diseño del bozal Ki permite que ovinos y caprinos pastoreen libremente sin dañar los árboles frutales. Esto les brinda acceso a pasturas frescas todo el año, en un entorno protegido:
Mayor bienestar animal, lo que se traduce en un mejor rendimiento productivo.
Sombra en verano y resguardo en invierno, gracias a la presencia de árboles.
Menor estrés térmico y mejor calidad de vida.
El Sistema Ki protege los árboles frutales del ramoneo, al mismo tiempo que mejora su entorno:
Conservación del suelo: el pasto actúa como cobertura vegetal, reduciendo la temperatura, mejorando la infiltración de agua y manteniendo la humedad.
Fertilización natural mediante las deposiciones y la orina de los animales.
Regeneración del suelo al reducir el uso de químicos, fomentando la biodiversidad microbiana.
Mejora del sistema radicular, fortaleciendo y estimulando el crecimiento de los árboles.
Integrar el Sistema Ki no solo es una estrategia productiva, sino también una apuesta por la regeneración del ecosistema:
Alimentos más sanos, con menos residuos químicos, cuidando la salud de quienes producen y consumen.
Restauración del suelo, al eliminar insumos que dañan su fertilidad natural.
Protección de las fuentes de agua, evitando la contaminación por escurrimientos.
Mejor calidad del aire, al eliminar la deriva de agroquímicos durante su aplicación.
Reducción de la huella de carbono, gracias al menor uso de insumos importados y maquinaria.
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